Cocina: 5 falsos mitos que hay que desmentir.
En esta fotogalería hablamos de algunos falsos mitos, cinco en concreto, que existen a la hora de cocinar.
Son creencias que se han transmitido de generación en generación a lo largo de los años y que estamos convencidos de que son verdaderas.
Con el tiempo se convierten en una costumbre personal y luego familiar. Entonces se convierten en historias que pertenecen a todo un tejido social.
La buena nutrición tiene unos enemigos realmente insidiosos: los falsos mitos alimentarios. Cuando se trata de la salud, las ideas erróneas generan prejuicios, pero lo más importante es que pueden ser perjudiciales para el organismo.
Navega por la galería de fotos para descubrir los falsos mitos relacionados con la cocina.
Si bien es cierto que un solo huevo puede contener hasta 250 mg de colesterol, hay que hacer una especificación importante. El colesterol se sintetiza a partir de las grasas saturadas, por lo que depende principalmente de lo que se combine con los huevos. Si el huevo se combina con alimentos fritos, comida basura o embutidos, pueden surgir problemas. Sin embargo, si usted sufre de colesterol alto, consulte siempre a su médico antes de tomar demasiado.
La harina dura mucho tiempo, pero no siempre. Para entender el nivel de frescura de la harina, hay que comprobar el olor. Otro método es el uso de un colador: se puede notar la presencia de pequeños insectos.
La fritura no es una técnica culinaria perjudicial. Por el contrario, se puede decir que es una técnica culinaria perjudicial si no se hace correctamente. Respeta los tiempos de cocción, pon la temperatura adecuada, utiliza el aceite adecuado y todo saldrá bien.
Ciertamente, un cuchillo afilado es más peligroso que otros en el momento en que se te escapa de las manos, pero esa es precisamente la cuestión. Es poco probable que un cuchillo bien afilado se le resbale de las manos, a diferencia de un cuchillo mal afilado al que le cuesta cortar los alimentos. Además, un cuchillo sin afilar sigue siendo capaz de hacer daño, pero la probabilidad de que se os escape de las manos es mayor.
Los tomates contienen licopeno, que se absorbe mejor con una cocción prolongada. Por ello, en invierno y primavera podemos dar cabida a los purés y pulpas de tomate que se cocinan y se aderezan con un chorrito de buen aceite crudo.