El té verde es una de las bebidas más populares del mundo, apreciada por su delicioso sabor y sus múltiples beneficios para la salud, producida a partir de las hojas de Camellia Sinensis, una planta originaria de China.
El proceso de producción de este tipo de té es muy diferente al de otras variedades, como el té negro o el oolong.
Lo primero que hay que saber es que las hojas de té se recolectan a mano, normalmente al amanecer, para conservar mejor el aroma y el sabor. Después, las hojas se dejan marchitar entre 8 y 24 horas, dependiendo del tipo de té que se quiera producir. El resultado es una bebida ligeramente amarga, muy aromática y rica en antioxidantes naturales.
Navegue por la galería para descubrir la elaboración del té verde paso a paso.
El té verde es una de las bebidas más populares del mundo, apreciada por su delicioso sabor y sus múltiples beneficios para la salud, producida a partir de las hojas de Camellia Sinensis, una planta originaria de China. El proceso de producción de este tipo de té es muy diferente al de otras variedades, como el té negro o el oolong. Lo primero que hay que saber es que las hojas de té se recolectan a mano, normalmente al amanecer, para preservar mejor el aroma y el sabor. Después, las hojas se dejan marchitar durante unas 8-24 horas, dependiendo del tipo de té que se vaya a producir. El resultado es una bebida ligeramente amarga, muy aromática y rica en antioxidantes naturales. Navegue por la galería para descubrir la producción de té verde paso a paso.
Todo empieza con la planta del té, de la especie Camellia Sinensis, que crece principalmente en China, Japón e India.
Las hojas de la planta se recogen a mano, se seleccionan cuidadosamente y se deshidratan.
Las hojas de la planta se recogen a mano, se seleccionan cuidadosamente y se deshidratan. Este proceso puede hacerse de dos maneras: la primera, llamada "al vapor", consiste en cocer las hojas al vapor durante unos 20-30 segundos, mientras que la segunda, llamada "asado", consiste en tostar las hojas en un wok durante aproximadamente un minuto.
Una vez deshidratadas, las hojas se enrollan sobre sí mismas para romper las células y dejar salir los jugos. Después, las hojas se vuelven a secar para eliminar casi por completo la humedad.
En este punto, las hojas se someten a la "cocción", que realiza una transformación química adicional en las hojas y determina su color y características organolépticas. Este proceso es muy delicado y requiere mucho cuidado: las altas temperaturas o los tiempos de cocción demasiado largos pueden arruinar el sabor y el aroma del té.
Por último, las hojas se seleccionan cuidadosamente en función de sus cualidades y se envasan. El proceso de envasado varía según los distintos fabricantes: es posible encontrar té verde en hojas o en bolsitas.
En conclusión, el proceso de producción del té verde requiere gran cuidado y atención para obtener un producto de alta calidad. Por eso el té verde es tan apreciado y apreciado en todo el mundo.