Cromoterapia de alimentos: así es como el color influye en nuestra percepción de los alimentos y sus beneficios.
Anticipamos uno: los alimentos verdes, si se comen rápidamente, dan estabilidad y calman nuestra voracidad. Los alimentos verdes ayudan a purificar la sangre, promover el drenaje linfático y fortalecer el sistema cardiovascular. Todas las verduras de hoja verde también contienen clorofila, luteína, carotenoides, magnesio, vitamina B9 y vitamina C, útiles en la prevención de tumores y aliados preciosos para el sistema nervioso, la visión y la presión arterial.
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A nivel de percepción, los alimentos rojos estimulan el apetito. Los alimentos rojos contienen una gran cantidad de vitamina C. La vitamina C promueve la producción de colágeno, estimula el sistema inmunológico y fortalece los vasos sanguíneos. Los alimentos rojos tienen propiedades antioxidantes y son capaces de prevenir cánceres y enfermedades cardiovasculares.
Los alimentos amarillos ayudan a aumentar la concentración. Además, son adecuados para desintoxicar el hígado y la vesícula biliar.
Según un estudio realizado por la Universidad de Rochester, los alimentos morados podrían reducir el hambre porque se perciben como menos apetitosos. Los alimentos morados son ricos en magnesio y otros elementos importantes para la función cerebral. También son ricos en antioxidantes que previenen el envejecimiento, reducen la inflamación y también son buenos para el corazón y los ojos.
Los alimentos blancos tienen propiedades purificantes, antioxidantes y antienvejecimiento. Las fibras y sales minerales de las que son ricas previenen el riesgo de cáncer, trombosis y enfermedades cardiovasculares. Ayudan a fortalecer el tejido óseo, los pulmones y el sistema digestivo.
Los alimentos de color naranja ayudan a lograr escucharse a uno mismo, a comprender las necesidades y emociones. Estos alimentos también son ricos en enzimas que promueven la digestión, vitaminas y estimulan el sistema inmunológico.
Los alimentos verdes, si se comen rápidamente, dan estabilidad y calman nuestra voracidad. Los alimentos verdes ayudan a purificar la sangre, promover el drenaje linfático y fortalecer el sistema cardiovascular. Todas las verduras de hoja verde también contienen clorofila, luteína, carotenoides, magnesio, vitamina B9 y vitamina C, útiles en la prevención de tumores y aliados preciosos para el sistema nervioso, la visión y la presión arterial.